Recordamos con gran pesar a Gordon Asimus, miembro fundador de SMA Pickleball y amigo maravilloso de todos nosotros.
Antes de vivir en San Miguel, él y su mujer, Katy, llevaron una vida aventurera trabajando por todo el mundo.
Gordon Lindsay Asimus nació el 16 de agosto de 1946 en Inverell, Nueva Gales del Sur, Australia.
Creció en el viñedo familiar de la localidad de Bukkulla, cuya población en aquella época era de aproximadamente 35 habitantes. 
Tras terminar el bachillerato en 1962, aceptó un trabajo en Sydney como técnico telefónico en la oficina del director general de correos.
Este trabajo no le convencía, así que regresó a Bukkulla y aceptó un empleo en Goodyear como montador de neumáticos en Copeton Dam, no lejos de Inverell.
Su carrera de casi cuarenta años en Goodyear llevó a Gordon y a su familia a Papúa Nueva Guinea, Filipinas, en el sudeste asiático, Perth (Australia Occidental) y la costa central de Nueva Gales del Sur, a una hora al norte de Sydney.
Gordon y el amor de su vida, Katy, se conocieron en enero de 1977 y, tras un noviazgo relámpago, se casaron en junio de 1977 en la isla de Bougainville, en Papúa Nueva Guinea.
Unos años más tarde se trasladaron a Australia, donde nacieron sus hijos, Lindsay Patricia y Lloyd Scott, en Muswellbrook, Nueva Gales del Sur.
La familia viajó y exploró mucho el mundo, incluidas visitas anuales a San Miguel de Allende, donde Gordon y Katy decidieron retirarse.
A Gordon le encantaba el pickleball, habiendo sido un ávido jugador de tenis toda su vida, el pickleball se convirtió en una transición natural una vez que no pudo cubrir la pista de tenis con tanta facilidad.
Después de mudarse a San Miguel de Allende en 2010, convenció a unas cuantas personas dispuestas a aprender el juego y a dar un golpe de forma regular y el resto, como todos sabemos, es historia.
Además del pickleball, muchos recordarán a Gordon disfrutando del Karaoke y del fútbol, contando chistes cursis y disfrutando de una o dos cervezas frías con sus muchos amigos.
Gordon Lindsay Asimus era un caballero consumado y un deportista estupendo.
Dejó una huella indeleble en nuestra comunidad y se le echará de menos, dentro y fuera de la cancha.
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